Ramadán, Frugalidad y Agradecimiento | Sobre el Ramadán | 2
(1-7)

Uno de los muchos ejemplos de sabiduría en el ayuno en el bendito mes de Ramadán con respecto al agradecimiento a las generosidades del todo poderoso es el siguiente:

 

Como se mostró en la Primera Palabra, la comida que el camarero trae de la cocina real requiere un precio. Pero dar una propina al camarero,  y suponer que estas generosidades sin precio no tienen valor y no reconocer a aquel que las ofreció sería la mayor insensatez.

 

Allah Todopoderoso ha esparcido innumerables tipos de generosidades alrededor de la faz de la Tierra para la humanidad. En respuesta a aquello que Él desea agradecer, como el precio de aquellas generosidades. Las aparentes causas y poseedores de las generosidades son como camareros. Nosotros pagamos cierto precio por ellos, nos endeudamos por ellos, e incluso pensamos que no lo merecen, les tenemos un sobre respeto y gratificación. Mientras que el verdadero ofrecedor de las generosidades es infinitamente más merecedor de las gracias que aquellas causas que son simplemente el significado de la generosidad. Para agradecérselo pues hay que reconocer que estas gracias vienen directamente de él, apreciar que vale la pena y percibir la necesidad de uno mismo para ello.

 

Ayunar en Ramadán, entonces, es la llave de una verdad, sincera, extensa y universalmente agradecida. Para otros momentos del año la mayoría de aquellos que no están en situaciones difíciles del valor de muchas de las generosidades hasta que no experimentan el verdadero hambre. Aquellos cuyos estómagos están llenos y especialmente si son ricos, no entienden el grado de generosidad que hay en una pieza de pan duro. Pero cuando es tiempo de romper el ayuno el sentido del gusto demuestra que el pan duro es la gracia Divina de mayor valor en los ojos de un creyente. Durante el Ramadán, desde el rey hasta el indigente manifiestan algún tipo de gratitud a través del entendimiento del valor de estas generosidades.

 

Además, desde que comer está prohibido, ellos dirán: “Aquellas generosidades no me pertenecen. No soy libre para comerlas, para ellos son propiedad de otro y un regalo. Yo espero su orden”. Ellos reconocerán la generosidad como generosidad y darán las gracias. Así, ayunar de esta manera es en muchos aspectos como la llave de la gratitud y la gratitud es un deber fundamental del hombre.

 

v TERCER PUNTO

 

Uno de los muchos ejemplos de la sabiduría del ayuno desde el punto de vista de la vida social del hombre, es el que sigue:

 

Los seres humanos han sido creados de forma diferente respecto a sus sustentos. Como una consecuencia de la diferencia, Allah Todopoderoso invita al rico a ayudar al pobre, a través de la experiencia en el ayuno. El rico puede entender realmente el dolor y el hambre que el pobre sufre. Si no hubiese ayuno habría muchos excesos porque el rico no sería capaz de percibir cómo de doloroso es el hambre y la pobreza y cuanta necesidad de compasión tienen aquellos que la sufren.

 

La compasión de los hombres hacía los demás es algo esencial para el verdadero agradecimiento. Como quiera que una persona sea siempre hay alguien más pobre que

sin sonido