Ramadán, Frugalidad y Agradecimiento | Sobre la frugalidad | 8
(8-17)

Sobre la frugalidad

 

 

 

[Este tratado es sobre la frugalidad y la satisfacción, el derroche y la extravagancia]

 

            En Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.

 

            Come y bebe, pero no os excedáis.¹

 

            Este verso da la más importante y sabia instrucción ordenando frugalidad catódicamente y prohibiendo claramente el malgasto. El caso contiene siete puntos.

 

  1. Corán, 7:31

 

v  PRIMER PUNTO

 

El Todo compasivo Creador desea AGRADECER a cambio de las generosidades que Él concede a la humanidad, mientras que el malgasto es lo contrario al agradecimiento, y empequeñece las generosidades y causa pérdida. Frugalidad, de alguna manera, muestra respeto hacia las generosidades y es provechoso. Sí, frugalidad es un tipo de agradecimiento, y muestra respeto hacia la Divina piedad manifestada en las generosidades, y más definitivamente es causa de la plenitud. Entonces además, como la abstinencia, esto es saludable para el cuerpo, y, ya que esto salva la persona de la degradación que en efecto comienza, es a causa del auto respeto. Es también un significado intenso de la experiencia de encontrar el placer en las generosidades, y saborear este placer en aquellas generosidades que aparentemente no proporcionan placer. El malgasto, al estar opuesto a estas instancias de sabiduría, tiene graves consecuencias.

 

v  SEGUNDO PUNTO

 

El Sabio Hacedor creó el cuerpo humano en forma de un magnífico palacio imitando a una ciudad bien ordenada. El sentido del gusto en la boca es como un guardián, y los nervios y los vasos sanguíneos como las líneas de teléfono  telégrafo; ellos son los principales por los cuales el sentido del gusto se comunica con el estómago, que es el centro del cuerpo e informa si la comida entra en la boca. Si el cuerpo y el estómago no están acostumbrados a esto, dice: “Prohibido”, y lo repelen. Y algunas veces la comida es tan dañina y amarga que no puede ser beneficiosa para el cuerpo, y escupimos fuera inmediatamente.

 

Entonces, ya que el sentido del gusto es un guardián, desde el punto de vista de la administración del estómago y del cuerpo, es un director y un jefe. Si los regalos llegados al palacio o ciudad y aquellos dados al jefe del palacio merecen cien liras, sólo cinco de esas liras se las merece el guardián en forma de propina,  no sea que se vuelva un engreído y un corrupto, entonces olvidando su tarea él se vuelve un revolucionario en el palacio que le dará una propina mayor.

 

Entonces, como consecuencia de este misterio vamos ahora a imaginar dos bocados. Uno consiste en una comida nutritiva como queso y huevos y cuesta cuarenta para2 y la otra es el selecto baklava que cuesta diez kurush. Antes de entrar en la boca,

sin sonido