REMEDIO 23
¡Desdichado enfermo que estás solo y pobre eres un extranjero! Aún en tu soledad y el exilio, junto con tu enfermedad, despiertas simpatía hacia ti en los corazones más duros y atraes bondad y compasión, ¿podrían estos sustituir a tu Creador Misericordioso? Porque Él se nos presenta al comienzo de las Suras del Corán con los atributos de “El Clemente y Misericordioso” y con un destello de su compasión hace que todas las madres alimenten a sus niños con esa ternura maravillosa, y una manifestación de su misericordia es hacer que todas las primaveras se llene de recompensas la faz de la tierra. La vida eterna junto con todas sus maravillas es una simple manifestación de Su misericordia. Entonces asegura tu relación con Él a través de la fe, reconociéndolo y rogándole por medio del lenguaje de la impotencia de tu enfermedad. Y tu enfermedad en la soledad del exilio atraerá la mirada de Su misericordia hacia ti.
Puesto que existe y te mira a ti, todas las cosas existen para ti. Aquellos que están verdaderamente solos y en el exilio son quienes no están conectados con Él a través de la fe y la sumisión, o no le atribuyen importancia a esa relación.
REMEDIO 24
¡Oh tú que cuidas de inocentes niños enfermos y ancianos que parecen niños! Tienes delante de ti un importante negocio para el Más Allá. ¡Obtiene ganancias por medio del entusiasmo y del esfuerzo!
La gente establece que en realidad las enfermedades de los inocentes niños son como ejercitar y entrenar sus delicados cuerpos. Son inyecciones y entrenamiento dominical que les permite resistir los futuros trastornos del mundo, que además de muchas instancias de sabiduría que pertenece a la vida terrenal del niño, en lugar de lo que reciben los adultos como castigo de sus pecados para reflexionar sobre su vida espiritual y como un medio para purificarla. Las enfermedades son como inyecciones que aseguran el progreso espiritual de los niños en el futuro o en el Más Allá; y los méritos acumulados a causa de esas enfermedades irán al libro de las buenas obras de los padres, en especial al de la madre quien a través del misterio de la compasión prefiere la salud de su hijo en lugar de la suya propia.
En cuanto al cuidado de los ancianos, algunas narraciones del Profeta y muchos hechos históricos cuentan que se recibe una recompensa enorme, se reciben las oraciones de los ancianos en especial de los padres y, hacer que sus corazones se sientan felices y servirlos con lealtad, conduce a la felicidad tanto en este mundo como también en el Más Allá.