En varias ocasiones se establece que un niño afortunado que es obediente, sus padres cuando sean ancianos serán tratados de la misma forma que sus hijos. En cambio, un niño desdichado que lastime a sus padres será castigado por medio de muchos desastres en este mundo y en el Más Allá. Sí, no sólo cuidar a los parientes ancianos o inocentes, sino también de aquellos creyentes que encontramos a través del misterio de la fe y que son como verdaderos hermanos, y además, servir a los ancianos enfermos que requieren de sumo cuidado, es un requisito del Islam.
REMEDIO 25
¡Mis hermanos enfermos! Si desean una curación sagrada, beneficiosa y verdaderamente agradable, ¡desarrollen su fe! Es decir, a través del arrepentimiento y de la búsqueda del perdón por medio de las cinco oraciones diarias y la adoración, hacemos uso de la fe que es la sagrada curación y el remedio que surge de la creencia.
Efectivamente, si debido al amor de este mundo y por aferrarte a él, tienes una enfermedad inmaterial tan grande como este mundo eres como los negligentes. En muchos libros de Risale-i Nur hemos mostrado que la fe sana ese ser enfermo inmaterial que hay ti, que está lastimado y maltratado por los golpes de la muerte y la desolación, lo salva de las heridas y lo sana de verdad. Termino aquí esta discusión para no cansarlos.
En cuanto a la medicina de la fe, muestra su efecto a través del cumplimiento de tus obligaciones religiosas tanto como sea posible. La negligencia, el vicio, la lujuria del alma y los entretenimientos ilícitos son un obstáculo para ese remedio. La enfermedad elimina la negligencia, corta el apetito de lo prohibido, obstaculiza los placeres ilícitos y toma ventaja de ella. Usa las medicinas sagradas y las luces de la fe a través del arrepentimiento, busca el perdón y realiza oraciones y súplicas.
Que Allah Todopoderoso, restaure tu salud y use tu enfermedad para la expiación de los pecados. Amén. Amén. Amén
“Y dirán: Las alabanzas a Allah que nos ha guiado a esto, puesto que si Allah no nos hubiera guiado, nosotros jamás nos habríamos guiado; es cierto que los mensajeros de nuestro Señor vinieron con la verdad”.(Corán 7:43)
“¡Gloria a ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio”.(Corán 2:32)
¡Oh Allah! Concede muchas bendiciones a nuestro mensajero Muhammad, el remedio para