La Duodécima Palabra | La Duodécima Palabra | 4
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La Primera: Un Sultán tiene dos formas de hablar, dos formas de emitir su palabra. Una es hablar con su teléfono privado con un tema común concerniente a algunos asuntos menores, necesidades privadas. La otra, bajo el título de sublime soberano, supremo vicegerente, y universal legislador, es hablar con un mensajero o alto oficial con el objetivo de darse a conocer y promulgar sus órdenes, y hacer una declaración a través de un elevado decreto proclamando su majestuosidad.

 

La Segunda: Un hombre mantiene un espejo que tiene mirando hacia el sol. Recibe la luz que contiene los siete colores de acuerdo a la capacidad del espejo. Él llega a estar conectado al sol a través de la relación y la reciprocidad, y si él dirige el espejo lleno de luz hacia su oscura casa o su jardín cubierto por un tejado, se beneficiará, no en relación al valor del sol, sino de acuerdo a la capacidad del espejo. Otro hombre, al contrario, abre amplias ventanas en su casa o retira el techo de su jardín. Abre caminos hacia el sol en el cielo. Se relaciona con la luz perpetua del sol, actúa y habla con él, y dice en gratitud a través de la lengua de la disposición: “¡Oh belleza del mundo que adornas la faz de la tierra con tu luz y haces sonreír las caras de las flores! ¡Oh belleza de los cielos, buen sol! ¡Tú has amueblado mi pequeña casa y jardín con la luz y el calor que tienes!” Por el contrario el hombre del espejo no puede decir esto. El reflejo y trabajo del Sol bajo esta restricción están limitadas, están de acuerdo a esta restricción. Así, mira el Corán a través del telescopio de estas dos comparaciones y mira qué milagroso y sagrado es.

 

De hecho, el Corán dice: “Si todos los árboles de la tierra llegasen a ser plumas y todos los mares tinta, y fueran para escribir las palabras de Allah Omnipotente, nunca se acabarían.” Ahora, la razón por la que se le ha dado al Corán el más alto rango entre las infinitas palabras de Allah es ésta: El Corán ha venido del Más Divino Nombre y del Mayor nivel de cada Nombre. Y es la Palabra de Allah respecto a Su ser Señor de todos los Mundos. Y es el decreto de Allah a través de su título de Creador de todos los seres. Es una guía hacia su ser Creador de los Cielos y la Tierra. Y es un discurso sobre el Absoluto Dominio. Y es un camino pre-eterno hacia la Divina Soberanía Universal. Y es un cuaderno de los favores del Más Misericordioso desde el punto de vista de su acaparadora y absoluta Misericordia. Y es una colección de comunicaciones al comienzo de las cuales algunas veces  calculan respecto a la sublime majestuosidad de la Divinidad. Y es una Escritura Sagrada desbordante de sabiduría la cual, descendiendo de los dominios del Gran Nombre, busca e inspecciona el absoluto dominio del Centro Supremo. Entonces, es por estas razones que el título de la Palabra de Allah le ha sido dado con completo merecimiento al Corán.

 

Respecto al resto de Palabras Divinas, son comentarios que han llegado a ser evidentes a través de una consideración particular, un título menor, a través de una manifestación parcial de un Nombre particular, a través de un Dominio Particular, especial soberanía, una misericordia privada. Sus grados varían respecto a la particularidad y universalidad. La mayor inspiración es de este tipo, pero sus grados varían enormemente. Por ejemplo, la más simple y particular es la inspiración de los animales. Entonces hay una inspiración para la gente ordinaria. Para los ángeles ordinarios. La inspiración de los Santos. La de los altos ángeles. Por esta razón un santo que ofrece súplica directamente sin significado a través del teléfono del corazón dice “Mi corazón me dice las noticias de mi Señor.” Él no dice “Me habla sobre el Señor de Todas las Palabras” y dice “Mi corazón es el reflejo, el centro de mi Señor”. No dice “Es el centro del Señor de todas las Palabras.” Ya que puede manifestar la dirección de la extensión de su capacidad y hasta el punto de que casi los setenta mil velos hayan sido levantados. Entonces, por muy alto y elevado que sea el grado de un sultán promulgado respecto a su suprema soberanía sobre el habla de un hombre común, por muy abundante que

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