LA TERCERA FRASE:
“No tiene copartícipes”.
Tal como en Su Divinidad y en Su Soberanía Allah no tiene copartícipes, es el Único y no puede ser muchos, así también en Su dominación, en Sus acciones y en Su creación Allah no tiene copartícipes. Algunas veces sucede que un monarca es uno solo, sin tener copartícipes en su soberanía, pero en lo que respecta a sus asuntos, tiene oficiales que son sus copartícipes, ellos son los que evitan que alguien llegue a él diciendo: “Recurran a nosotros”.
Sin embargo, Allah Todopoderoso, el Monarca que siempre ha existido y siempre existirá, no tiene copartícipes que compartan Su soberanía, tal como no necesita ni de copartícipes ni de ayudantes para ejercer Su dominación. Si no fuera por Su comando y voluntad, por Su fuerza y poder, ni una sola cosa podría interferir con otra. Todos pueden recurrir a Él directamente. Ya que no tiene copartícipes ni ayudantes, no se la puede decir a alguien que busca a Allah: “Está prohibido, no puedes entrar en Su presencia”.
Esta frase, por consiguiente, entrega el siguiente mensaje de alegría al espíritu humano: el espíritu humano que ha alcanzado la fe puede presentarse con sus necesidades ante el Más Bello y Glorioso, el Único con poder y perfección, el Dueño Que siempre ha existido y siempre existirá de los tesoros de la misericordia y de la felicidad sin obstáculos ni impedimentos, sin oposición ni interferencia, en el estado en que esté, por cualquier cosa que desee, en cualquier momento y en cualquier lugar. Al encontrar Su misericordia y al confiar en Su poder, obtendrá tranquilidad y felicidad.
LA CUARTA FRASE:
“Suyo es el dominio de todas las cosas”.
Esto quiere decir que Él es el dueño absoluto de todo lo que existe. En cuanto a ti, tú eres Suyo y trabajas en Su propiedad. Esta frase anuncia las siguientes albricias alegres y sanadoras:
“¡Oh, ser humano! No creas que eres dueño de ti mismo, porque no tienes el control sobre nada de lo que te concierne; tal carga sería demasiado pesada. Tampoco eres capaz de protegerte a ti mismo, ni de evitar desastres, ni de hacer todas aquellas cosas que debes hacer. En tal caso, no sufras dolor ni tormento sin razón, ya que el dueño es Otro. ¡El Dueño es Todopoderoso y a la vez es el Más Misericordioso; confía en Su poder y no pongas en duda Su misericordia! ¡Deja atrás el dolor y sé feliz! ¡Desecha tus problemas y encuentra la serenidad!”