La Carta Veinte | La Carta Veinte | 6
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SEXTA FRASE:    

        

“Solo Él otorga la vida”.

Es decir, Él es Quien da la vida. Es también Quien sustenta la vida y permite que continúe. Es también Quien otorga las necesidades de la vida. A Él le pertenecen los objetivos más elevados de la vida y sus importantes resultados. Y Suyo es el 99% de los frutos. Así, esta frase le grita al ser humano, efímero e impotente, de tal modo que le da este anuncio de felicidad:

“¡Oh, ser humano! No te compliques la vida cargando   pesadas   responsabilidades   sobre   tus hombros. No pienses en lo efímero que es la vida ni comiences a sufrir. No veles sólo por los frutos mundanales sin importancia ni te quejes de haber venido a este mundo. Ciertamente la máquina de la vida en el barco de tu ser le pertenece al Eterno y Auto Subsistente, y es Él Quien provee todo lo que ésta necesita. Además, tu vida tiene muchos más   objetivos   y   resultados   que   también   le pertenecen a Él.

“Y en cuanto a ti, tú sólo eres un timonel en el   barco,   así   que   cumple   con   tus   tareas correctamente  y  recibe  el  salario  y  disfrutas. Piensa en cuán preciado es el barco de la vida y cuán  valiosos  son  sus  beneficios;  luego  piensa cuán Generoso y Misericordioso es el Dueño del barco. Entonces, regocíjate, da gracias y entiende que cuando cumples con tu deber correctamente, todos los resultados que produce el barco, serán transferidos  de  alguna  forma  al  registro  de  tus acciones, y ellos te asegurarán una vida inmortal, te otorgarán la Vida Eterna”.

LA SÉPTIMA FRASE:  


        

“Y designa la muerte”.

Es decir, Allah es Quien causa la muerte. Él te libera de las obligaciones de la vida, cambia tu morada de este mundo transitorio, y te libera de realizar labores de servicio. O sea, Allah te lleva de una vida pasajera a una inmortal. Esta frase, entonces, exclama lo siguiente a los efímeros seres humanos:

“¡Aquí tienes una buena noticia! La muerte no es la destrucción, ni la nada, ni la aniquilación; no es el cese ni la extinción; no es la separación eterna, ni la inexistencia, ni un evento fortuito; no es una obliteración anónima, sino que el Sabio Hacedor    Misericordioso,   es    Quien    da    por cumplidas tus tareas. Es un cambio de morada, un envío a la dicha eterna, tu verdadero hogar. Es la puerta que te une al Reino Intermedio, donde te encontrarás con el 99% de tus amigos”.

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