1. Corán, 11:84.
2. Corán, 91:11-15.
3. Corán, 21:86.
4. Corán, 12: 45-46.
5. Corán, 7:204.
¡Tú persona infeliz que eres alarmado por el gran número de incrédulos y su acuerdo en negar algunas verdades de la creencia, y por lo tanto eres sacudido en tu fe! Deberías saber que el valor y la importancia no están en la cantidad y el número. Ya que si el hombre no es un ser humano verdadero, él se transforma en un animal diabólico, y el hombre incrementa la codicia animal, se hace más animal - como algunos europeos y sus imitadores. Puedes ver que en cuanto a cantidad y número, los hombres son sumamente pocos en comparación con los numerosos animales y aún así ordenan soberanamente sobre todas las especies de animales y vicegerentes de Allah en la tierra:
Así, los incrédulos dañinos y aquellos desgraciados depravados que siguen en su camino son una especie viciosa entre los animales de Allah Omnipotente que el Hacedor Todo Sabio ha creado para el desarrollo y la prosperidad del mundo. Él los ha hecho una unidad de medida para de dejar a Sus siervos creyentes saber los grados de las generosidades que Él los ha otorgado, y finalmente consignará a aquellos animales al Infierno que ellos merecen.
No hay ningún poder en los incrédulos y desviados que niegan una verdad de la creencia. Su acuerdo no tiene ningún poder, miles de negadores son iguales que un negador. Por ejemplo, aun si la población entera de Estambul niega ver la nueva luna a principios del Ramadán, el testimonio probado de dos testigos invalida la negación y el acuerdo de aquella gran multitud. Ya que en realidad la incredulidad y desviación es la negación, son la ignorancia y la inexistencia, y el acuerdo del gran número de incrédulos incluso no tiene ningún significado. En cuanto a la creencia, los que son verdaderos, establecidos, y cuya validez es probada, el testimonio de dos creyentes basados en una certera presencia toma preferencia y prevalece sobre el acuerdo de aquellos numerosos de la desviación. La razón de este hecho es como sigue:
Superficialmente, las reclamaciones de aquellos que niegan es lo mismo, pero de hecho son diversas y no pueden unirse a fin de ganar fuerza. Mientras las reclamaciones de aquellos que afirman unirse y reciben fuerza los unos de los otros. Esto es porque una persona que no ve la luna nueva del Ramadán en el cielo dice: "En mi vista, no hay ninguna luna. No ha aparecido para que pueda verla." Y el otro dice: "En mi vista, la luna no ha aparecido." Y el otro también. Cada uno dice que en su propia vista, no hay ninguna luna. Ya que la vista de cada uno es diferente, y las causas que los impiden ver también pueden ser diferentes, sus reclamaciones también todas diferentes; cada reclamación no puede reforzar las otras reclamaciones. Pero aquellos que lo afirman no dicen: “En mi vista y opinión la luna nueva está allí,” pero, "La realidad de la situación consiste en que la nueva luna ha aparecido en el cielo." Aquellos que lo ven todos hacen la misma reclamación y dicen: "La realidad de la situación es..." O sea, todas las reclamaciones también son diferentes. Ellos no hacen el juicio