Pequeñas Palabras | LA TERCERA PALABRA | 1
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LA TERCERA PALABRA

 

En Nombre De Allah, el  Misericordioso, el Clemente.

“¡Hombres! Adorad...”[1]

Si quieres entender cómo la gran ganancia y felicidad recaen en la adoración, y cómo la gran pérdida y ruina recaen en el vicio, escucha y presta atención a la siguiente historia la cual está en forma de comparación:

Una vez, dos soldados recibieron la orden de viajar a una lejana ciudad. Ellos partieron viajaron juntos hasta que el camino se bifurcó. En la bifurcación había un hombre, que les dijo: “el camino de la derecha no causa ninguna pérdida, y nueve de cada día personas que lo toman reciben una gran ganancia y experiencia fácilmente. Mientras que el camino de la izquierda no produce ninguna ventaja y nueve de cada diez de sus viajeros obtienen una pérdida. Pero los caminos son de la misma longitud y sólo hay una diferencia: Aquellos que toman el camino de la mano izquierda el cual no tiene reglas ni autoridad, viajan sin equipaje ni armas. Ellos se sienten aparentemente ligeros y engañosamente cómodos. Mientras que aquellos viajeros del camino a mano derecha, el cual está bajo orden militar, están obligados a llevar una bolsa completa de raciones nutritivas que pesa cuatro kilos más o menos y un magnífico rifle de alrededor de dos kilos que vencerá y derrotará a cualquier enemigo...”

Después de que los dos soldados hubieron escuchado lo que el hombre instruido decía, el afortunado tomó el camino de la derecha. El cargó un peso de diez kilos en su espalda, pero su corazón y su espíritu se salvaron de cientos de kilos de miedo y de sentirse en compromiso con los demás. Pero el otro, desafortunado soldado, el dejó el arma. No quiso someterse al orden, y se fue por la izquierda. Fue liberado de soportar la carga de diez kilos, pero su corazón fue oprimido por miles de kilos de endeudamiento, y su espíritu encontró innumerables miedos. El emprendió su camino mendigando a todos y temblando ante cada cosa y cada evento hasta que alcanzó su destino. Y allí fue castigado como un rebelde y un desertor.

En cuanto al soldado que amaba la disciplina militar y cuidaba su valija y arma, tomó tranquilo el camino de la derecha, en su camino no fue obligado por nadie, no tuvo miedo de nadie, y  con un corazón despreocupado y consciente llegó a la ciudad que estaba buscando. Allí fue recibido con una merecida recompensa como un honorable soldado que ha llevado a cabo su tarea bien.

Y entonces, Oh Alma rebelde, uno de aquellos viajeros representa a aquellos que se rinden a la Ley Divina, mientras que el otro representa la rebeldía y a aquellos que siguen sus propios deseos. El camino es el de la vida, que comienza en el mundo del Espíritu, pasa a través de la tumba y nos lleva hacia el Más Allá. La valija y el arma son la adoración y el miedo a Allah. Hay una aparente carga en la adoración, pero es un alivio  y descanso indescriptible. Ya que los rezos prescritos de los adoradores declaran:



[1] Corán, 2:21.

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