Pequeñas Palabras | LA TERCERA PALABRA | 2
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 “Soy testigo que no hay más dios que Allah”  Esto significa que desde que él es creyente y dice, “No hay otro Creador y Proveedor que Él. Los males y los beneficios están en Su mano; es el Todo Sabio, Él no hace nada en vano, y Él es Todo Clemente; Su generosidad y misericordia son abundantes,” él encuentra la puerta del tesoro de la misericordia en cada cosa. Y llama con su súplica. Además, él ve que cada cosa está subyugada a la orden de su propio Señor, entonces se refugia en Él. Coloca su confianza en Él y confía en Él y es fortificado contra cada desastre; su creencia le da una completa confianza.

Además, como con cada verdadera virtud, la fuente del coraje es la creencia en Allah, y adoración. Y como con cada exceso la fuente de la cobardía es el extravío.

De hecho, para un adorador con un corazón verdaderamente iluminado, es posible que si incluso el globo terráqueo se convirtiese en una bomba y explotase no se asustaría. Él podría ver esto con  maravilloso placer como una maravilla del Poder del Eternamente Clamado. Pero cuando un famoso filósofo perverso con una mente muy lúcida pero sin corazón vio un cometa en el cielo, él tembló en la tierra  y exclamó ansiosamente: “¿Acaso el cometa no chocará con la tierra?” (Un día, los norteamericanos asustadísimos de una estrella fugaz que apareció en el cielo, abandonaron sus hogares durante las horas de la noche)

Sí, a pesar de que el hombre necesita innumerables cosas, el capital que el hombre tiene no es nada. El hombre está permanentemente expuesto a los desastres, por eso su poder es, de igual modo, nulo. Simplemente la extensión de su capital y su poder llega tan lejos como sus manos puedan alcanzar. Aun así, sus esperanzas, deseos, dolores y angustias llegan tan lejos como el ojo y la imaginación puede alcanzar. Cualquiera que no esté totalmente ciego puede ver y entender entonces qué grande es la ganancia, felicidad, y generosidad para el espíritu humano que es entonces impotente y débil, y que la necesidad y el deseo, son adoración, afirmación de la Unidad de Allah, y confianza en Allah y sumisión a  Él.

      Es obvio que el camino seguro es preferible antes que el peligroso, incluso si la posibilidad de su seguridad es una de diez. Pero en el camino de la adoración, el cual es nuestro asunto ahora, hay nueve de cada diez posibilidades de alcanzar el tesoro de la eterna felicidad, así como estar seguro. Mientras que está establecido por el testimonio – que está en el grado de la conciencia – de innumerables expertos y sabios que además están sin ventaja, y  hasta el vicioso admite esto, el camino del vicio y la disipación terminan en la eterna miseria. De acuerdo con los informes de aquellos que han descubierto los misterios de la creación esto  es absolutamente cierto.

      En resumen: Así como en el Más Allá, la felicidad en este mundo también reside en la adoración y en ser un soldado para Allah Todo Poderoso. En tal caso nosotros deberíamos decir constantemente:

Las alabanzas sean a Allah por otorgarnos la obediencia y el éxito y tenemos que dar gracias por ser Musulmanes...

 

 

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