Luz Para Los Enfermos | DESTELLO VEINTICINCO LUZ PARA LOS ENFERMOS | 4
(1-21)

¡Oh   enfermo!   Como   esta   comparación explica, la vestimenta de tu cuerpo con la cual El te ha vestido, te ha dado joyas preciosas como los ojos,  los  oídos,  la  razón  y  el  corazón,  y  los bordados de Sus nombres más bellos, el Glorioso Hacedor te lleva a experimentar distintos estados y numerosos    cambios    a    través    de    variadas situaciones.  Así  como  aprendes  su  Nombre  de Proveedor a través del hambre, comprende que es el Único Sanador a través de la enfermedad. Los sufrimientos  y  las  calamidades     muestran  los decretos de algunos de sus Nombres. Los destellos de la sabiduría y los rayos de la misericordia nos permiten encontrar el bien en algunas situaciones de nuestra vida. El velo de la enfermedad, que tú detestas   y   temes,   debe   ser   quitado   y   así encontrarás explicaciones agradables y bellas.

 

REMEDIO 5

¡Oh tú que estás afligido por la enfermedad! Durante este tiempo a través de la experiencia, he comprendido     que     las     enfermedades     son recompensas   divinas       y   regalos   del   Todo Misericordioso [1] para algunas personas. A pesar de no ser digno de esto,  durante los últimos ocho o nueve  años  unos  jóvenes  enfermos  ha  venido hacia    para  que  ore  por  ellos.  Me  he  dado cuenta que éstos empezaron a pensar en el Más Allá en un nivel más alto que los demás jóvenes. Carecen  de  la  embriaguez  de  la  juventud  y guardan    mismos  los  deseos  salvajes  en  la negligencia. He considerado esto y les dije que sus enfermedades  eran  recompensas  divinas  dadas dentro los límites que podrían soportar. Les dije: “Mis   hermanos,   no   me   opongo   a   vuestras enfermedades. Oraré por ustedes pero no siento pena ni lástima. Traten de ser pacientes hasta que las enfermedades se despierten completamente y una vez que hayan cumplido su deber, si Allah quiere,  El  Compasivo  Creador  les  devolverá la salud”.

También les dije: “Debido a la calamidad de la buena salud, algunos de sus pares se han vuelto necios, han dejado de realizar las cinco oraciones diarias, no piensan en la tumba y se olvidaron de Allah  Todopoderoso.  Por  una  hora  de  placer superficial en esta vida mundana, dañan sus vidas eternas, las destruyen. la posibilidad de alcanzar la vida eterna. A causa de la enfermedad, puedes ver la tumba en la cual entrarás y las moradas del Más Allá y actuarás de acuerdo a ello. Esto significa para ti que la enfermedad es buena salud mientras que para algunos de tus pares la buena salud es enfermedad…”.



[1] Bujari, Marda 1; Muwatta’, Ayn 7; Musnad ii, 237.

 

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