Debemos tratar de abandonarlo de corazón antes que nos abandone.
Sí, la enfermedad nos advierte: “¡Tú cuerpo no está hecho de piedra y acero, sino de varios materiales que están dispuestos para separarse. Deja de lado tu orgullo, comprende tu impotencia, reconoce a Tu Dueño, toma conciencia de tus deberes y aprende por qué has venido a este mundo!”. Declara esto al corazón en secreto.
Además, los placeres y el disfrute de este mundo no continúan y particularmente, si son ilícitos son fugaces, están llenos de dolor y son pecaminosos. No llores con el pretexto de la enfermedad porque has perdido los placeres terrenales. Al contrario piensa, en los aspectos de la adoración y en la recompensa del Más Allá que se puede encontrar en la enfermedad y trata de recibir placer a través de ellos.
REMEDIO 7
¡Oh enfermo que has perdido los placeres de la salud! Tu enfermedad no estropea el placer de las recompensas divinas, al contrario, hace que las experimentes y las aumenta. Porque si algo es continuo pierde su efecto. Los bien guiados dicen:
“Las cosas se conocen a través de sus opuestos”. Por ejemplo si no hubiera oscuridad, no se conocería que hay luz y no habría placer en esto. Si no existiera el frío, no se podría comprender el calor. Si no existiera el hambre,la comida no daría placer. Si no sintiésemos sed, no habría placer al tomar agua. Si no hubiese enfermedad, no sentiríamos el placer por buena salud.
El Omnisciente Creador ha dotado al ser humano con numerosos miembros y facultades, hasta el punto que pueda experimentar y reconocer las innumerables recompensas del universo. Quiere hacer que el ser humano tome consciencia de todas las clases de recompensas, se familiarice con ellas y de este modo, pueda dar gracias constantemente. Debido a esto, Él dará enfermedades, dolencias y sufrimientos, así como también otorgará buena salud y bienestar. Te pregunto: si no tuvieras esta enfermedad en tu cabeza, mano o estómago, ¿podrías percibir la placentera y agradable recompensa que es estar bien de tu cabeza, mano o estómago y no darías gracias por ello? Con certeza, nunca habrías pensado en esto, ni qué hablar de agradecer.
Inconscientemente, habrías malgastado tu buena salud en actividades negligentes y libertinaje.