Luz Para Los Enfermos | DESTELLO VEINTICINCO LUZ PARA LOS ENFERMOS | 6
(1-21)

Debemos tratar de abandonarlo de corazón antes que nos abandone.

Sí, la enfermedad nos advierte: “¡Tú cuerpo no está hecho de piedra y acero, sino de varios materiales  que  están  dispuestos  para  separarse. Deja de lado tu orgullo, comprende tu impotencia, reconoce  a  Tu  Dueño,  toma  conciencia  de  tus deberes  y  aprende  por  qué  has  venido  a  este mundo!”. Declara esto al corazón en secreto.

Además, los placeres y el disfrute de este mundo  no  continúan  y  particularmente,  si  son ilícitos son fugaces, están llenos de dolor y son pecaminosos.  No  llores  con  el  pretexto  de  la enfermedad   porque   has   perdido   los   placeres terrenales. Al contrario piensa, en los aspectos de la adoración y en la recompensa del Más Allá que se puede encontrar en la enfermedad y trata de recibir placer a través de ellos.

REMEDIO 7

¡Oh enfermo que has perdido los placeres de la salud! Tu enfermedad no estropea el placer de las recompensas divinas, al contrario, hace que las experimentes y  las  aumenta.  Porque  si  algo  es continuo pierde su efecto. Los bien guiados dicen:


“Las  cosas  se  conocen  a  través  de  sus opuestos”. Por ejemplo si no hubiera oscuridad, no se conocería que hay luz y no habría placer en esto.   Si   no   existiera   el   frío,   no   se   podría comprender el calor. Si no existiera el hambre,la comida no daría placer. Si no sintiésemos sed, no habría  placer  al   tomar   agua.  Si   no   hubiese enfermedad, no sentiríamos el placer por   buena salud.

El  Omnisciente Creador  ha  dotado  al  ser humano  con  numerosos  miembros  y  facultades, hasta el punto que pueda experimentar y reconocer las   innumerables   recompensas   del   universo. Quiere hacer que el ser humano tome consciencia de todas las clases de recompensas, se familiarice con  ellas  y  de  este  modo,  pueda  dar  gracias constantemente.    Debido    a    esto,    Él    dará enfermedades, dolencias y sufrimientos, así como también  otorgará  buena  salud  y  bienestar.  Te pregunto: si  no  tuvieras  esta  enfermedad en  tu cabeza,  mano  o  estómago,  ¿podrías  percibir  la placentera y agradable recompensa que es estar bien de tu cabeza, mano o estómago y no darías gracias  por  ello?  Con  certeza,  nunca  habrías pensado  en  esto,  ni  qué  hablar  de  agradecer.

Inconscientemente, habrías malgastado tu  buena salud en actividades negligentes y libertinaje.

sin sonido