REMEDIO 6
¡Oh enfermo que te quejas de tu sufrimiento! Te digo: piensa en tu pasado y recuerda los tiempos felices y los tiempos de angustia, seguramente exclamarás “¡Oh!” o “¡Ah!”. Tu corazón y tu lengua dirán: “todas las alabanzas y gracias sean dadas a Allah”, o “¡Ay de mí!”.
Ten en cuenta que las palabras de alabanzas y agradecimiento hacia Allah se dicen cuando piensas en los sufrimientos y calamidades que has experimentado. El paso del dolor es un alivio. Con el padecimiento de calamidades, un legado de placer queda en el espíritu, que al ser despertado por el pensamiento, llena a este de gratitud.
En cambio, pensar en los buenos tiempos del pasado provoca que digas “¡Ay de mí!”, que al haber transcurrido dejan un legado de constante dolor en tu espíritu. Cuanto más los recuerdes, el dolor se verá estimulado y tu espíritu sentirá gran pena y tristeza.
Un día de placer ilícito a veces provoca un año de sufrimiento en el espíritu, en cambio con el dolor de la enfermedad de un día fugaz son muchos los días de placer de recompensa del alma y además su placer espiritual es ser liberado y salvado de ella. Piensa en el resultado de esa enfermedad temporal que te afecta y las recompensas en sus facetas internas, te harán decir: “¡Todo viene de Allah!¡Esto también pasará!” y estarás agradecido en lugar de quejarte.
REMEDIO[1] 6
¡Oh hermano que piensas en los placeres de este mundo y te angustias ante la enfermedad! Si este mundo fuera eterno, si en nuestro camino no existiera la muerte, si los vientos de la separacion y la decadencia no soplasen y si no existieran los inviernos espirituales en la calamidad ni el futuro tormentoso y calamitoso, yo me lamentaría junto a ti. Pero un día el mundo nos ofrecerá dejarlo y cerrará sus oídos para no escuchar nuestros gritos, ahora debemos renunciar a nuestro amor por lo terrenal a través de las advertencias de estas enfermedades, antes que seamos expulsados.
[1] Este destello me salió de manera espontánea y dos remedios se incluyeron en el sexto punto. Lo hemos dejado en ese orden para respetar su naturalidad y porque creemos que debe haber algún misterio oculto en él.