medios hago que ellas me obedezcan” y entra en la incredulidad. Esto es contrario a la naturaleza innata del hombre por lo cual es merecedor de un castigo severo.
“¿Qué importancia tendréis si no me habéis ofrecido súplicas?” (Corán 25,77)
Él también manda;
“Llamadme y os responderé”. (Corán 40, 60)
Si dices: Frecuentemente ofrecemos súplicas pero no se aceptan. Pero, el versículo es general. Declara que se contesta a cada súplica.
Por ejemplo: Si un niño enfermo llama al médico y dice “Eh Médico, escúchame”. Y él contesta “¿Qué quieres?”. El niño dice: “Dame esta medicina”. El médico le dará la medicina que quiere, o le dará otra más conveniente para él, o bien no le dará ninguna sabiendo que es perjudicial para su enfermedad.
Así, Allah Misericordioso que es Todo Presen-te y Que Todo Lo Ve responde a las súplicas de sus creyentes. Mediante su presencia y respuesta Él transforma la desolación de la soledad en la alegría de la amistad y el desamparo familiar en unión fraternal. Pero lo hace estando de acuerdo con los requerimientos de su Sabiduría Divina, no por capricho o por inoportunas demandas del hombre. Él le dará la misma cosa que pide, u otra mejor o no le dará nada.
También, la súplica es una forma de adoración y reconocimiento de la esclavitud del hombre hacia Allah. Los frutos de esta pertenecen al otro mundo. Las razones mundanas son los tiempos de las súplicas y adoraciones. Por ejemplo: Los rezos y las súplicas para la lluvia son oraciones típicas. La sequía es el tiempo de estas oraciones. No son para atraer la lluvia. Si se hacen solamente con esta intención, estas súplicas y estas oraciones no serán sinceras y no serán merecedoras de aceptación. Tal como, la puesta de sol es el tiempo para el rezo de la tarde, también el eclipse lunar y solar son tiempos de dos oraciones particulares que se llaman ‘Salat-ı Kusuf y Khusuf’. Es decir; Por oscurecerse los dos signos luminosos del día y de la noche, esto es una manifestación de lo Poderoso que es Allah, Él Glorioso invita a sus creyentes a una clase de oración en estos tiempos. Está claro que este rezo no es para que se revelen el sol y la luna ya que estos fenómenos y el tiempo se determinan por los astrónomos.
Igual que esto, la sequía es el tiempo para el rezo de la lluvia. Y la aparición de calamidades y ataques dañinos son los tiempos de rezos particulares que el humano realiza por su impotencia, y con súplica busca refugio en el Juzgado del Poseedor del Poder Absoluto.
A pesar de que se haya suplicado mucho, si las calamidades no se disipan aún no se dice que las súplicas no se han aceptado, sino que se dirá: “el tiempo de súplica no se cumplió”. Si mediante la misericordia y la magnificencia del Omnipotente Allah se disipa la calamidad, (luz sobre luz), el tiempo de la súplica se ha terminado. Entonces, la súplica es un misterio de esclavitud. Y la esclavitud tiene que ser sincera y por Allah. El hombre tiene que proclamar su impotencia y buscar refugio en Allah a través de la súplica.