nacen por medio de ellas; plumas en la misma cantidad que aquellas letras serían necesarias en lugar de una sola pluma.

Como puede ser visto, a veces a una página entera se le añade una sola letra grande de entre aquellas letras con una pequeña pluma con una fina escritura, en cuyo caso mil plumas serían necesarias para una letra. Mejor dicho, si tomó la forma de tu cuerpo, con todos sus componentes uno dentro de otro en círculos concéntricos, tendría que haber cuadernos impresos en cada círculo, para cada componente, en la misma cantidad que las combinaciones que forman.

Ahora, mira, si afirmas que esto, que implica cien imposibilidades, es posible, entonces otra vez si no son atribuidos a una sola pluma, aquellas piezas bien ordenadas, artísticas, ya que para hacer cuadernos impresos intachables y plumas de hierro, serían necesarias plumas, cuadernos impresos y letras en la misma. Y también tendrían que haber sido hechos; y también tendrían que haber sido bien ordenados y tendrían que formarse artísticamente. Etcétera. Esto continuaría sucediéndose hasta el infinito.

¡Entiende también! Este modo de pensar es tal que implica imposibilidades y supersticiones tan numerosas como las partículas de tu cuerpo. ¡Oh negador de Allah! ¡Ve esto, y deja el camino de los desviados!

EL TERCER MODO

“La Naturaleza lo necesita, la Naturaleza lo hace.” Este alegato contiene muchas imposibilidades. Mencionaremos tres de ellas como ejemplos.

Primera Imposibilidad

Si el arte y la creatividad, que son exigentes y sabios, son vistos en seres y en particular en seres animados y no son atribuidos a la pluma de la Divina Determinación y Poder del Sol Pre eterno, y en su lugar son atribuidos a la Naturaleza y la fuerza, que son ciegas, sordas e irreflexivas, se hace necesario que la Naturaleza tampoco debería haber estado en las máquinas y prensas para su creación, ni debería incluir en todo, el poder y la sabiduría suficientes para crear y administrar el universo. La razón de esto es como sigue:

Las manifestaciones del sol y sus reflejos aparecen en todos los pequeños fragmentos de cristal y gotitas en la superficie de la tierra. Si aquellas miniaturas, que reflejaron soles imaginarios no son  asignadas al sol en el cielo, es necesario aceptar la existencia externa de un sol real en cada fragmento diminuto de cristal más pequeño que una cabeza de cerilla, que posee las cualidades del sol y que, aunque pequeño en tamaño, sostiene un profundo significado; y por lo tanto aceptar soles reales tan numerosos como pedazos de cristal.

De exactamente la misma forma, si los seres y las criaturas animadas no son atribuidas directamente a la manifestación de los Nombres del Sol Pre-Eterno, se hace necesario aceptar que en cada ser, y seres sobre todo los animados, hay una naturaleza, una fuerza, o muy simplemente Allah Que sostendrá un poder infinito y deseo, y el conocimiento y la sabiduría. Tal idea es la más absurda y supersticiosa de todas las imposibilidades en el universo. Ello demuestra que un hombre que atribuye el arte del Creador del universo a la Naturaleza imaginaria, insignificante, inconsciente es sin una duda menos consciente de la verdad que un animal.