Ramadán, Frugalidad y Agradecimiento | Sobre la frugalidad | 12
(8-17)

1.      Corán, 51:58

 

2.      Corán, 11:6

 

v QUINTO PUNTO

 

Fuera de Su perfecta generosidad, Allah Todopoderoso hace al hombre pobre entender el placer de Su generosidad al igual que a un hombre rico, y a un mendigo al igual que a un rey. Por supuesto, el placer que un hombre pobre obtiene de un mendrugo de pan negro seco es mayor que el placer de un rey o un hombre rico obtienen del más maravilloso Baklava comido. Con el cansancio y la falta de apetito resultado del exceso.

 

Es sorprendente pero algunos disolutos y extravagantes personas acusan a la frugalidad y economicidad de ser “malo” y “tacaño”. ¡Allah prohíbe! Frugalidad es dignidad y generosidad. La tacañería y la maldad son la cara interior de las aparentes cualidades nobles del derroche y la extravagancia. Hay un evento que corrobora este hecho que ocurrió en mi habitación en Esparta el año en que este tratado fue escrito. Fue el siguiente:

 

Uno de mis estudiantes insistió en que aceptara –contrario a mi regla y principio de mi vida- un regalo de casi dos y medio okkas7 de miel. De todas maneras yo seguí en mi línea y no fui persuadido. Diciendo, con ser económico dejé a tres hermanos comer miel conmigo durante los treinta a cuarenta días en los meses de Sha’ban y Ramadán, y no sin algo dulce que comer, y dejé al que lo trajo ganar la recompensa, les dije tomarlo. Yo tenía para mi mismo una okka de miel también. Así mismo mis tres amigos fueron moderados y apreciaron la frugalidad. Ofreciendo miel el uno al otro, y cada uno adulando el alma de los otros, y cada uno prefiriendo a los otros antes que a sí mismo, tal respeto es una buena cualidad, ellos se olvidaron de ser económicos. En tres noches ellos terminaron las dos okkas y media de miel. Riendo, yo dije: “Yo te habría dado a probar esta miel de treinta a cuarenta días, y ahora tú ha reducido los treinta días a tres. ¡Espero que lo disfrutases!”. Como fuera yo usé mi okka de miel frugalmente. Durante todo el Ramadán y Sha’ban yo la comí, que el rezo sea para Allah, yo di a cada uno de aquellos hermanos una cucharada, 8 cada tarde mientras rompíamos el ayuno y esto llego a significar una buena recompensa. Quizás aquellos que vieron esta conducta en mí pensaron que era un tacaño y la conducta de mis hermanos durante las tres noches fue generosa. Pero al fin y al cabo yo vi oculto bajo la aparente tacañería yacer una elevada dignidad. Incrementada y plena, y bien recompensada. Si ellos no hubiesen parado, podría haber resultado más básico que tacaño bajo la generosidad y el exceso, como un miserable que mira la mano de otro con gula y expectación.

 

7.      Una okka equivale a 2.8 lbs. (Tr.)

 

8.      Esto es, una cuchara de té bastante grande.

 

 

v SEXTO PUNTO

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