Interpretaré una o dos partes de esta visión que Allah saque bien de ella. Interpreta tu mismo el resto.
El viaje era del que pasa desde el mundo de los espíritus, al vientre de la madre, de la juventud, a la senectud, del cementerio, a la región intermedia, de la resurrección pasando por el puente, a un viaje hacia la eternidad. Las sesenta piezas de oro eran sesenta años de la vida y cuando vi la visión tenía cuarenta y cinco años. No tenía nada para garantizar pero un estudiante sincero del Corán Todo Sabio me aconsejo que dejara la mitad de las quince piezas de oro que me quedaban para la vida eterna. Este hostal era Estambul, para mí. Este tren es la vida, Cada vagón del tren, un año. En cuanto al túnel es la vida presente. Estas flores y frutas con espinas son placeres ilícitos y entretenimientos prohibidos con los que nos complacemos mientras surge la pena por la desaparición y las separaciones que sangran y rompen el corazón.
El del tren me había dicho: “Dame cinco céntimos. Te los daré cuanto quieras. La interpretación de esto es: Los placeres y entretenimientos que el hombre recibe lícitamente están en la esfera lícita. No le hace falta entrar en la ilícita. Tú puedes interpretar el resto.
CUARTA NOTA: El hombre se parece a un niño delicado y mimado. En este Universo hay una gran fuerza en su debilidad y un gran poder en su impotencia porque es por la fuerza de su debilidad y por el poder de su impotencia que, esta existencia se ha sujetado a él.
Si el hombre comprende su debilidad y da súplicas verbales con su estado y conducta, y si reconoce su impotencia y busca ayuda cumpliendo las gracias de ese afecto obtendrá sus deseos y sus objetivos serán dominados por él ya que con su propio poder no los puede obtener. Sólo a veces incorrectamente atribuye la satisfacción de su deseo a su poder propio, que ha obtenido por las súplicas ofrecidas mediante la lengua de su disposición.
Por ejemplo: La fuerza en la debilidad de un pollito provoca a la gallina madre atacar a un león. Y, es alimentado por ella a pesar de que es salvaje y está hambrienta. Así, esto es un asunto de atención, una fuerza en la debilidad, una manifestación de la misericordia Divina que merece ser espectacular...
Tal como un niño infeliz llorando y pidiendo o con su estado melancólico subyuga sus deseos a sí mismo; y fuerzas notables se subyugan a él así que no puede conseguir ni uno de los miles de deseos y con su fuerza miles de veces más que tiene. Es decir, porque su debilidad y su impotencia excitan compasión y cuidado sobre él, pueden subyugar los héroes a sí mismo con su dedo meñique. Ahora, un niño así negando esta compasión y acusando este cuidado con orgullo, y dice; “Les domino con mi propia fuerza”, por supuesto recibirá un castigo.
De la misma manera como Karun, si el hombre dice;
“Lo que tengo lo he obtenido mediante la ciencia que sólo yo poseo” (Corán 28, 78) es decir; “yo lo gané con mi sabiduría y potencia propia” por supuesto que también se merece un castigo.
Entonces, la dominación del hombre y el progreso humano y la superación de la civilización que se ve; no son causas por la atracción, ni por la conquista, ni tampoco por el combate del mismo sino por su debilidad. Por ella se las han sido subyugados a él, se le han sido asistidos a él por su impotencia, se le han sido presentados a él por su indigencia, se le han sido inspirados a él por su ignorancia. Se le ha sido dado debido a su necesidad. Y la razón de su dominación no son su fuerza ni su poder de conocimiento, sino la compasión y la clemencia del Sostenedor y misericordia y sabiduría Divinos los cuales se le han subyugado a su existencia. Sí, lo que hace el