Pequeñas Palabras | NOVENA PALABRA | 3
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Y la segunda mañana recuerda la Mañana de la Resurrección. Seguro, sin embargo la mañana de esta noche es razonable, necesaria y cierta, la Mañana de la Resurrección y la primavera del Reino Intermedio son ciertos.

Esto es, así como cada uno de los cinco horarios marca el inicio de una importante revolución y recuerdan las otras grandes revoluciones, entonces a través de la increíble distribución  del Poder del Eterno Aclamado, la cual recuerda los milagros del poder Divino y los regalos de la Divina misericordia cada año, en cada edad y en cada época. Es decir, rezar que es una tarea innata, la base de la adoración y un deber incuestionable, es lo más adecuado y apropiado para estos momentos.

Quinto punto

Por naturaleza el hombre es  débil, todo le toca, le entristece y le apena. Además es impotente, pero las calamidades y los enemigos son muy numerosos. También es sumamente pobre, pero sus necesidades son en efecto muchas. También es perezoso e incapaz, pero las responsabilidades de la vida son muy pesadas. También la humanidad le ha unido al resto del universo, pero la decadencia y la desaparición de las cosas que él ama y que le son familiares continuamente le duelen. También la razón le muestra objetivos exaltados y frutas duraderas,  pero su mano es corta, su vida breve, su poder breve, y su paciencia breve.

Así, se puede entender claramente cómo de esencial es para el espíritu en este estado en el tiempo de Fajr temprano por la mañana tener recurso y presentar una petición al Tribunal de un Todo Poderoso de Gloria, de un Todo Clemente, Todo Hermoso a través de rezos y súplicas, para buscar éxito y ayuda de él y cómo de importante es el punto de soporte, así que él puede enfrentar las cosas que tendrá el día siguiente y aguantar las tareas que le serán encargadas.

Y, el tiempo de Zuhr, justo pasando el mediodía es el momento de la cumbre del día y es el principio de su declinación, es el tiempo cuando las labores diarias se acercan a su realización, tiempo para un corto descanso de la presión del trabajo, cuando el alma necesita una pausa del descuido y de la insensibilidad por la tarea y un tiempo cuando la Generosidad Divina se manifiesta. Cualquiera puede entender entonces qué bonito, bueno, necesario y apropiado es para el alma del humano, que significa estar relegado de la presión, sacudirse el descuido, y dejar las cosas absurdas, transitorias y atándose las manos en el juzgado  del Verdadero Otorgador de Generosidad, el Eterno Subsistente Por Sí Mismo, para ofrecer alabanzas y gracias por todos Sus regalos y buscar ayuda en Él, a través de la inclinación para prostrar y proclamar la admiración, amor y humildad de uno. Él que no entiende esto, no es un ser humano verdadero...

En cuanto al tiempo de Asr por la tarde, parece y hace recordar a la mente la melancólica estación de otoño y fúnebre estado de la época antigua y triste período en el tiempo final. También es cuando los asuntos del día llegan a sus conclusiones, el momento en que las generosidades Divinas que se han recibido durante el día como salud, bienestar, y deberes beneficiosos que se han acumulado para formar un gran total, y el tiempo que proclama, con la señal del poderoso sol que comienza a ponerse; es el tiempo de anunciar que el hombre es un huésped-oficial y que todo es transitorio e inconstante. Ahora, el alma del hombre que desea la eternidad y que se creó para la eternidad y adora la benevolencia y que se entristece por la separación, si es un humano, puede entender qué tarea más exaltada, qué servicio más apropiado, qué camino más propio para pagar una deuda innata, en verdad, qué felicidad más agradable es realizar el rezo de la tarde a través de las súplicas en el Tribunal Eterno del Infinito Pre-Eterno, el Subsistente Por Si Mismo Eternamente, lo que significa tener refugio en la gracia de la interminable, infinita Piedad, a través de las gracias y alabanzas por las innumerables generosidades, y a través de las inclinaciones delante del Poder de Su Dominio y a través de postrarse en absoluta humildad delante de lo interminable de Su Divinidad, encontrando una verdadera consolación y tranquilidad del alma y estar para rezar en la presencia de Su Grandeza.

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